domingo, 19 de fevereiro de 2012

Traducirse

*homenaje al poeta Ferreira Gullar y al mi amor Ari Meneghini


Una parte de mí es fuerza, la otra es miedo.
Una parte de mí es generosidad, otra egoísmo.
Una parte de mí es felicidad, la otra angustia.
Una parte de mí es control, otra desatino.

Una parte de mí es determinación, la otra es duda.
Una parte de mí es pasión, otra gris.
Una parte de mí dice quien soy, la otra buscame.
Una parte de mí conoce, la otra es oscuridad.

Una parte de mí grita, la otra silencia.
Una parte de mí siente ganas, la otra aversión.
Una parte de mí es hija, la otra es madre.

Una parte echa de menos, la otra soledad.
Una parte sueña despierta, la otra enamora Ari...
Una parte es amor, ¡la otra también!

sábado, 4 de fevereiro de 2012

El bebé se vá a la escuela. ¿Y la madre?

Crônica de Cátia Cylene*




Bueno, es llegada la hora de sacar el polvo y volver al trabajo!

Allá se fueron siete meses lejos de mis tareas profesionales. Seis meses de licencia maternidad y uno de vacaciones. Fueron meses de fuertísimos cambios en mi vida, de nuevos sentimientos, nuevas descubiertas, nuevos vivires... Regalos inolvidables... ¡Ahora soy madre! Y cuanto amor he añandido a mi ser... Fueron días y noches que dejé las puertas y ventanas de mi casa abiertas...

Miro al lado y veo mi hijo, el amado Bolívar, bello, saludable, fuerte, feliz... y siento que todo pasó rápido demás. Hasta parece que ayer yo estaba llena de miedos y dudas y más dudas de como habería de ser el parto, la lactancia y todo. Pués, todo salió muchísimo bien: gracias a Diós!!!

Vivimos días y noches de inmensas felicidades. Son divinas las sensaciones de cada movimiento nuevo del. De cada sonrisa, cada sonido, cada mamada, baño, juguete, paseo, viaje... Tiempos vividos con la intención de ofrecer lo mejor de mí misma.

Pero, ¿dondé andará mi capacidad de desapego? ¿Que naturaleza de mujer es esta que mi impide de quedarme tranquila con el bebé que se vá a la escuela? ¿Por qué la sensación de asfixia solo de pensar en quedarme lejos de mi hijo por horas y horas seguidas?

Hoy, traigo el corazón chiquito, duelendo de miedo de dejar mi hijo en la escuela. Todavia, sé que es necesário, que la vida se pone así. Que debemos estar seguros y tal. Agradezco a Diós por tenermos una casa, trabajo, salud, unión, ganas de vivir y de puedermos dar toda la educación, atención y amor que Bolívar merece. y como merece!!! El he nos traído mucho, más mucho, mucho mismo, amor. Un amor tan grande que transborda del corazón, no cabe...

Tengo intentado llevar mis pensamientos para su modo de ser. Bolívar es um niño simpático, que no llora casi nunca, que mama en el pecho y en la mamadera, que ya come frutitas y sopas. Creo que el vá a salir un gran estudiante en la escuela, junto a los otros bebés. Sin embargo, siento miedo. A la miente me viene siempre la duda si el no vá a quedarse con hambre, si no vá a tener miedo del lugar que no conoce, si no vá echar de menos su mamá y su papá, si no vá llorar y sentir ganas de mis pechos...

Ya me duele el corazón... Justo yo que nunca supe dar adiós sin llorar. Ahora es llegada la hora de apartarme de mi bebé...

Todo lo que pido a Diós es que mi dé más fuerza para pasar a el mucha seguridad. Así el quedará bien. No más, es trabajar bastante para que las horas vuelen y de pronto poseeré en mis brazos mi hijito amado...


*Cátia Cylene é jornalista e blogueira em língua hispânica >>>www.mientrasechodemenos.blogspot.com